
Per greus seqüeles neuronals
Gairebé un milió d'euros per no tractar un ictus a temps
Un jutjat ha condemnat al Servei Extremeny de Salut a indemnitzar amb 775.000 euros més interessos legals per una pèrdua d'oportunitat.
La dona sofreix greu seqüeles neuronals després d'un ictus que, segons la sentència, va tenir un abordatge hospitalari equivocat.
La resolució és ferma.
Sentència en Castellà:

Eran las 11:30 y la paciente permanecía postrada en una camilla del hospital a la espera de una resonancia magnética. A las cinco de la tarde, con las conclusiones de la prueba de imagen, se informó a los familiares de que la paciente padecía una "la lesión compatible con la isquemia cerebral".
El juez refleja en la sentencia que "todos los facultativos que vieron a la recurrente, a excepción de la neuróloga, sospecharon de un ictus, lo cual da carta de naturaleza a la conclusión del perito de la recurrente en relación al carácter deficiente de la anamnesis inicial de aquélla". Pero es más, insiste el juez, "incluso la defectuosa anamnesis y valoración de la neuróloga se hubiera salvado con el propio informe del otorrino a raíz del cual se debería haber procedido a indagar en la patología neurológica de la recurrente, máxime cuando todavía, a las 11:30 horas, estaba dentro del periodo ventana que permitía, cualquiera que fuera la naturaleza del ictus, el uso de trombolíticos".
La condena se sostiene en una pérdida de oportunidad, pues si se hubiera aplicado el tratamiento trombolítico dentro del periodo ventana hubiera supuesto una mejora en el pronóstico de la paciente al haber aumentado las posibilidades de curación del ictus y las posibilidades de vencer sus secuelas". La paciente es dependiente para las actividades cotidianas.
La sentencia es clara al explicar que la mala praxis asistencial consistió "en no poner a disposición de la paciente a su debido tiempo los medios terapéuticos necesarios para afrontar su cuadro, al menos desde que se informó por el otorrino", es más, el fallo apunta que la práctica correcta en ese caso hubiera sido realizar una resonancia magnética inmediata de contraste y el uso de trombolíticos.
Pérdida de oportunidad
¿Qué hubiera pasado si se hubiera actuado a tiempo? ¿Se hubieran evitado las secuelas que padece la paciente? El fallo asume que no se puede probar "a ciencia cierta que ello hubiera evitado las consecuencias del ictus", pero señala que "basta con cierta probabilidad de que la actuación médica hubiera evitado el daño, aunque no quepa afirmarlo con certeza, para que proceda la indemnización".
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